jueves, noviembre 13, 2008

NO TENGO



Yo nunca tuve la elegancia de los dioses,
nunca usé las camisas abiertas,
menos provoqué a la sociedad
creyéndome el Cristo de los artistas
y de los borrachos,
yo nunca tuve un lápiz
y una hoja muerta sobre la cama
para dibujar un par de versos
de la mujer que me acompañó
cuando creí que mi vientre
no era más que una piedra perdida
en medio de la playa,


yo nunca fui un hombre
sino hasta el día en que supe
que también había que llorar
cuando la desgracia de la hembra
cerrara la puerta de una historia
que nunca debió ser historia.


Yo nunca tuve lo que tuve,
porque lo que tuve
se perdió entre un párpado infame
que me dio la espalda
para reír hasta el silencio de los muertos,


yo no tengo amor ni desdicha,
no tengo muñecas para jugar,
ni pechos para cantar,
no tengo segundos para regalar,
tampoco vida para vomitar,


yo no tengo la palabra
que me permita tener el derecho
a volver a escribir cosas dignas,
porque nunca fui digno,


yo no tengo la fineza de París,
ni la gala de Las Vegas,
sólo tengo unos ojos sangrados
por la guitarra que calló su boca
cuando recién empezaba enamorarme.


Yo no tengo risas,
porque nunca aprendí a reírme

miércoles, noviembre 05, 2008

¿ARS POÉTICA?



Me pregunto si seré algún hijo
no reconocido, pero hijo al fin
de la lectura común,
de la escritura simple y burda,
asqueada, sucia y mal oliente,


me pregunto también si mi madre
me parió junto a la lacra intelectual
que cree saber de todo,
que gozan su barba blanca
y los lentes bajo la sombra de los ojos,
donde yacen inservibles,


me pregunto si algún día realmente me podrán llamar,
con una muy justa razón,
escritor, poeta, lírico o trovador,
aun cuando sólo sepa que las guitarras
tienen 5 cuerdas,
y un palo largo sosteniendo el talento que yo nunca tuve.


Me pregunto si habrá un mortal amigo de la lástima
que me diga siquiera una vez en toda mi miserable vida,
que fui un hombre bueno y amable,
un rey de las mascotas destrozadas,
un pequeño dios que le entregó sus años
y sus sienes
a la mujer de los rechazos
y las derrotas.


Me pregunto si escribiré bien,
si escribo mal,
si escribo para mí o para los lectores,
o si escribo para ellos
o para ella,


me pregunto si tendré vida suficiente
para saber si este poema
tendrá buen acogida,
si es que llega a tener acogida.


Me pregunto si alguna vez las mujeres dejarán de amarme,
de odiarme y maltratarme,
si dejarán alguna vez de buscarme
ofreciéndome sus podridos pechos,
sus cortas vestimentas
como si aquello bastara para ser felices.


Me pregunto si tendré más letras
para seguir, más allá de la muerte,
escribiendo junto a las calaveras.


Mas por el momento solo quiero volver a dormirme
y pensar que el pasado no existe,
menos la razón de creer
que alguna vez,
en todos estos podridos años,
seguiré escribiéndole a ese museo de amores
que regalé sobre los talones de abril,
20 años después de haber nacido.


Quisiera saber si esto es una Ars Poética
y si ella entenderá lo que le escribo.