sábado, diciembre 27, 2014

ESQUIZOFRENIA - (El Breve Espacio en que no estás)



La dama blanca tiene mucha sangre,
sus dedos apuntan al piso,
corren todos,
gritan todos,
lloran todos,
la luz de la virgen que no es virgen
cerró sus ojos frente a mi rostro,
gracias a una navaja,
fría y borracha,
que ya nadie sabe donde está.

¿Quién pudo confundir de tal forma
 un verso con un epitafio?

Todos llegan pateando la puertas
todos dan órdenes,
se tapan la cara,
todos me ven con la última copa de vino
sobre el velador,
todos me ven con lástima y odio,
se piden explicaciones,
me piden explicaciones,
mas yo solo miro los restos de luna llena
que caen sobre el patio.

¿Cómo explicar
algo que no viví
o que no me acuerdo que viví?

Tengo un nudo de serpientes que se derriten en mi cabeza,
un par de recuerdos alegres
y una sensación de no sé qué,

podría en este momento
subirme a un pentagrama,
y ponerme a cantar canciones de amor,
mientras la mujer de los versos tristes
yace boca abajo,
pidiéndome que deje de cantar.

Ayer la vi caer del tobogán
con la tráquea intacta,
rubia, vestido al aire,
piernas desnudas,
bustos siderales,
caía del juego con los brazos abiertos,
yo prendía fuego,
quería charlar con algún experto.

Hoy en la mañana
la vi entrar portando un vaso,
hoy en la mañana,
yo supe de mi nuevo fracaso,

no hay a quién preguntar,
no hay con quién hablar,
yo hice lo que hice
sin saber que lo hice,
ni por qué lo hice,
ni a qué hora lo hice,

Bienvenida será a mi jaula,
de color blanco y desde hoy
con lentes de gran hermano,

aquí haré mi futuro,
lejos del ayer que me condena,
lejos de mi memoria,
que no sabe de las dos mujeres
que ya no existen,
lejos de los que dicen,
que fui yo el que lo hice.

Hoy,
Solo sé que en mi pieza
hay un puzle sin cabeza,

literal.