viernes, diciembre 05, 2008

TE ESCRIBO



Te escribo para no morir,
para no pensar que se acaban los años
en los segundos que marcan el final de un poema.


Te escribo para nacer,
para subir hacia la tarima de tu imagen
y versificar tu rostro con las siete letras
que me hacen identificarte,
y que me enseñan a seguir viviendo.


-- Escribo para no olvidar a mi mujer,
para no tener que botarla porque el tiempo y el silencio
nos digan que es necesario borrar nuestros rostros de la humanidad,
y de la cama que nos unió ante el voyeurismo de la noche --


Te escribo para contarte que estas líneas no son mías,
y que mi pecho puede llorar más que un ojo deprimido,
porque entre tú y yo ganó la muerte,
aún cuando ambos estemos vivos.


jueves, noviembre 13, 2008

NO TENGO



Yo nunca tuve la elegancia de los dioses,
nunca usé las camisas abiertas,
menos provoqué a la sociedad
creyéndome el Cristo de los artistas
y de los borrachos,
yo nunca tuve un lápiz
y una hoja muerta sobre la cama
para dibujar un par de versos
de la mujer que me acompañó
cuando creí que mi vientre
no era más que una piedra perdida
en medio de la playa,


yo nunca fui un hombre
sino hasta el día en que supe
que también había que llorar
cuando la desgracia de la hembra
cerrara la puerta de una historia
que nunca debió ser historia.


Yo nunca tuve lo que tuve,
porque lo que tuve
se perdió entre un párpado infame
que me dio la espalda
para reír hasta el silencio de los muertos,


yo no tengo amor ni desdicha,
no tengo muñecas para jugar,
ni pechos para cantar,
no tengo segundos para regalar,
tampoco vida para vomitar,


yo no tengo la palabra
que me permita tener el derecho
a volver a escribir cosas dignas,
porque nunca fui digno,


yo no tengo la fineza de París,
ni la gala de Las Vegas,
sólo tengo unos ojos sangrados
por la guitarra que calló su boca
cuando recién empezaba enamorarme.


Yo no tengo risas,
porque nunca aprendí a reírme

miércoles, noviembre 05, 2008

¿ARS POÉTICA?



Me pregunto si seré algún hijo
no reconocido, pero hijo al fin
de la lectura común,
de la escritura simple y burda,
asqueada, sucia y mal oliente,


me pregunto también si mi madre
me parió junto a la lacra intelectual
que cree saber de todo,
que gozan su barba blanca
y los lentes bajo la sombra de los ojos,
donde yacen inservibles,


me pregunto si algún día realmente me podrán llamar,
con una muy justa razón,
escritor, poeta, lírico o trovador,
aun cuando sólo sepa que las guitarras
tienen 5 cuerdas,
y un palo largo sosteniendo el talento que yo nunca tuve.


Me pregunto si habrá un mortal amigo de la lástima
que me diga siquiera una vez en toda mi miserable vida,
que fui un hombre bueno y amable,
un rey de las mascotas destrozadas,
un pequeño dios que le entregó sus años
y sus sienes
a la mujer de los rechazos
y las derrotas.


Me pregunto si escribiré bien,
si escribo mal,
si escribo para mí o para los lectores,
o si escribo para ellos
o para ella,


me pregunto si tendré vida suficiente
para saber si este poema
tendrá buen acogida,
si es que llega a tener acogida.


Me pregunto si alguna vez las mujeres dejarán de amarme,
de odiarme y maltratarme,
si dejarán alguna vez de buscarme
ofreciéndome sus podridos pechos,
sus cortas vestimentas
como si aquello bastara para ser felices.


Me pregunto si tendré más letras
para seguir, más allá de la muerte,
escribiendo junto a las calaveras.


Mas por el momento solo quiero volver a dormirme
y pensar que el pasado no existe,
menos la razón de creer
que alguna vez,
en todos estos podridos años,
seguiré escribiéndole a ese museo de amores
que regalé sobre los talones de abril,
20 años después de haber nacido.


Quisiera saber si esto es una Ars Poética
y si ella entenderá lo que le escribo.


viernes, octubre 31, 2008

ELLA


Esa, esa es la desdicha con senos.
Allí va, cruzando el soborno
que la dejó frente a su propia imagen,
sucia y distante,
ajena al pasado que la hizo ser,
ante todas las lenguas,
la hija santa del amor.


Esa, esa es la dueña de mi sombra,
que me dejó sin pudor en medio de serpientes
cargadas de imanes hacia la tierra.
Paren, paren!, párenla de una vez!,
detengan todos sus llantos,
díganle que mi cuerpo está casi muerto,
que mis pieles yacen podridas
en la piedra donde el sol nos vio jurar
ante una sucia almohada,
todo lo que después
nauseó sobre mi propio cuerpo
cuando me dijo
que todo mi rostro
era una lacra derramada sobre el piso.


Será por eso que quiero verla sobre una tumba,
porque tuvo el descaro de robarse los diamantes
de mi cabeza,
y luego exprimirme las sienes
desde donde me transformé en un pequeño Dios,
sólo para sus ojos,
sólo para nuestras auras
jugando a ser fieles
en un pozo podrido de falacias
sobre los labios.


Les digo entonces mis lectores,
que fue Ella quien desató toda la ironía de mi vida,
quien me dijo que también soy un hombre
de carne y hueso,
vulnerable ante la mafia de su cabeza,
que no quiere más que verme rezando en el infierno.


A Ella yo le mi di vida y mi muerte,
también mi arte y mi intelecto,
le di mi cuerpo y todos los ángeles
necesarios para que sus días fuesen
la razón necesaria para sonreír
junto a todos los dioses
que en cada trono osaron esperarla.


Y hoy creo que ella me ha matado,
y no habrá sentencia digna
que permita transformarme nuevamente
en un hombre bueno y afable
frente a las féminas que ya comienzan
a producirme el asco que con ella nunca tuve,
que nunca tuve porque supe
que los tipos como yo
nacimos para ayudar
a quien precisamente no sabe que necesita ayuda.


A Ella debiese odiarla,
y sin embargo no logro,
ni en un segundo,
abandonarla en todas estas letras.



La muerte me esperará sentada en unos años,
y yo moriré esperando que alguna vez
la felicidad nos junte como amantes.


Paren, párenla!!
allí va la mujer que amaré toda mi vida.


miércoles, octubre 29, 2008

SOLO 20 MINUTOS



Solo tengo 20 minutos para escribir,
escribir todo lo que viví en 20 años,
solo 20 minutos para morir
y nacer con los acordes
sonando en la pared de mi cruel ciudad morbosa,
borrosa y carnosa
que me perpetúan a derrochar
sobre toda esta lluvia de recuerdos
una cascada de maleza
sangrando de mi boca,
sangrando porque las letras yacen muertas,
muertas desde que olvidé
que alguna vez dediqué un libro
a un par de senos
maltratados y mal enseñados,
que me los vomitó justo cuando
terminaba de escribirle mi segunda obra.


Por eso no puedo escribir nada bueno en 20 minutos,
porque hace 20 días que no escribo,
hace 20 días que no puedo siquiera redactar mi nombre,
no puedo tener entre mis cabellos
una miserable sílaba
que me haga ser nuevamente
al menos un poeta mediocre,
sarnoso y podrido,
pero poeta,
escritor de las infamias
que se adueñan de cada esquina
sucia y maloliente de nuestra sociedad.


Mas no pude ser hombre en todos estos años
y me pide la cabeza que en 20 minutos
tenga la valentía de parir un poema,
como si el sentarse a escribir significara
una simple razón para vivir.


Y es que simplemente no puedo hacer nada bueno
en estos 20 minutos,
no puedo redactar una lírica sabrosa,
menos puedo dominar a un par de versos decentes,
porque este escrito ya es un bazofia,
tal como yo,
que en estos minutos me han matado las estrofas
y la estupidez se ha carcomido mi sangre,
seca entre tanta mala letra.

Al menos sé que ya me quedan menos de 20 minutos de vida.


sábado, octubre 18, 2008

MY ENGLISH TEACHER




Ella no sabe que le escribo,

pero sí sabe que algo escribo,


y aunque deteste cada letra de su foráneo aliento,

aun cuando nuestras placentas

hayan chocado en la misma tierra,

gusto leerle los labios

sabiendo que toda mi inteligencia

se transforma en una humillante negligencia,

por quedarme mirando el techo

esperando que alguien se me acerque

y me cuente lo que me quiso decir,


porque no entiendo lo que dice,

tampoco cómo lo dice.


no entiendo si tenemos el mismo Dios,

o el mismo ángel,

tampoco dilucido nuestros años,

menos el ring donde nos conocimos,

si es que de verdad nos conocimos.


Y debo confesarles que su nombre me gusta,

me gusta porque tiene forma de diamante

derramado en cada margen de su cuerpo,

cuerpo que me incita a profesar la eternidad

creando a la vida en 11 minutos,

unidos bajo la tempestad de lo ilegal

que nos propone el ring donde nos conocimos,

si es que de verdad nos conocimos.


Su apellido sólo es un apellido

y nada tiene que ver con la poesía de las armas.

menos de la muerte,

si es que de verdad existe la muerte.


Es posible que ella nunca sepa que yo le escribo,

aún cuando sabe que siempre algo escribo,


por el momento,

me detengo ante un respiro de mi descanso

y por dos horas a la semana

comienzo a enamorarme de mi universidad,

porque ya no existe la razón que me obligue

a destriparme la cabeza

cada vez que algún cuaderno me llame.


La Guerra no siempre tiene sangre,

también tiene dulces que hablan de simplezas,

porque en lo simple es donde acostumbra dormir la belleza.


viernes, octubre 10, 2008

LOS CARTELES


Algunos que vemos siempre
abriendo la boca junto a los logos de TV,
hoy me saludan en la calle
sin siquiera conocerme,
me levantan el pulgar
ofreciéndome frases
sacadas de la Biblia
o de algún manual de engaño
que nos atrapa para marcar la rayita
en el lugar indicado por el hombre
sonriente frente a mis ojos.


Y aunque sé que en la calle manda el pavimento,
y en la plaza gobierna el pasto,
los árboles,
por ciertas fechas se acurrucan a llorar
porque unos tablones con caras de famosos
estiran sus labios para contar que son risueños,
felices, y caídos del cielo,
son hijos de la gestión y la cercanía,
aun cuando nunca nadie los conozca en persona,
y profesan un mundo lleno de alegrías
y sana convivencia
por un proyecto país del que todos hablan
y del que nadie conoce siquiera un podrido artículo.


En la esquina, mientras
un sucio y esforzado overol reclama hacia las nubes
la ingratitud de su día,
por despertar junto a la luna
para embellecer la ciudad,
y encontrarse con estos feos rostros,
potenciales jefes,
que le piden una oportunidad
para sentarse en el sillón de oro
y comportarse como el admirado Al Caponne,


La ciudad está sucia,
y las alamedas lloran toda la noche,
porque en el día lloramos nosotros,
que no queremos mentiras
ni marketing mal oliente
en medio de nuestras calles.

domingo, octubre 05, 2008

LUNES 5 A M



"...Lejos, lejos de casa
no tengo nadie que me acompañe a ver la mañana.
Y que me de la inyección a tiempo,
antes que se me pudra el corazón.
Ni calienten estos huesos fríos, nena..."

(Eiti Leda - Charly García)


Se suponía que la próxima vez que abriera los ojos,
habría una ventana que se encargaría de bofetearme el aliento,
me mojaría la cabeza con una corriente de colores
para que yo destruyera mi propia desnudez
y me bajara del colchón
creyendo que el día me esperaba para montar sus horas
como si toda la vida fuese un puto y manso caballo,
o una sucia ramera con horas extras,

se suponía que podría ser un poco más libre,
y no pensaría en lo que ahora pienso,
menos escribiría lo que ahora escribo,

se suponía que sería el tic tac de mi derecha
el que me jugaría sucio
para abrirme las pestañas
cuando la luna no existiera,

pero la cortina no hacía más que tapar
el melancólico show de un oscuro anfiteatro
montado sobre mi cabeza,
con luces puntiagudas y atentas a cada segundo estático
de la estrella madre,
que dicen no es una estrella,
pero qué más da.

Todas las esquinas son oscuras,
todas y cada una de mis plegarias
tienen el color de la noche,
noche anochesida en su propia noche,
noche dormida en su propio sueño.

Y yo no quiero vivir este segundo,
porque la noche me calcina los labios
y me convence de que soy un gato de ojos normales,
porque ni eso tiene de interesante,

me dice que nunca supe hablar como debía,
que nací en medio del desierto
y que el desierto es mi casa,
será por eso que la mujer me rechaza en la urbe,
será por eso que me odia en medio de la costa.

Se suponía que debiese ser un hombre feliz
y que escribiría un millón de versos
mucho más allá de las 5 AM,
que contasen que unos ronquidos me abrazan el pecho
y me dicen que me quieren,
pero el sol aun no se fecunda
y el cielo tiene forma de estudio de TV
esperando que mi triste programación termine,
y que la verdadera estrella
salga a cuidar nuestras cabezas,
para ayudarme a tener nuevamente conmigo
el susurro de sus ojos
rozando mis hombros.

Ya no son las 5 AM.

martes, septiembre 30, 2008

MI ÚLTIMO DESEO



En el momento de mi agonía,
cuando los ojos aún quieran abrirse
pero el cuerpo esté dormido,
quiero que me visite la mujer que siempre he amado,
quiero que me desnude y se desnude ella conmigo,
se acueste junto a mi sombra a punto de la muerte
y me recite en el oído
alguno de los tantos poemas
que osé en obsequiarle
cuando ella no hacía más que vomitármelos,
quiero que me bese la mejilla y lleve mi casi difunta cabeza
al borde donde se juntan sus pechos,
me acaricie el rocío seco de mi cabello,
aún tal largo como ella le gustaba,
quiero que me cante La Era
y me regale cualquier cosa,
para sentir lo que es recibir un presente de ella,
quiero que llore y me pida que no muera,
quiero que regañe a mi doctor por su incompetencia,
quiero que crea que mi estado amigo de la muerte
sea por negligencia médica
y no porque sea yo quien quiera renunciar a la vida,
menos que ella es la culpable,
quiero que abrace a mi familia,
que casi es también su familia,
quiero se pare en una ventana
mirando el patio de la clínica,
hospital o lo que sea,
tenga un café en sus manos
y lo mezcle con sus sentidas lágrimas,
perdiendo su vista en un horizonte
que tenga alguna bella imagen mía
teniéndola entre mis brazos
y diciéndole que la amo.


Quiero que termine al menos por unos días
su relación con su estúpida pareja,
y que diga que es soltera
esperando a que vuelva yo a vivir,
quiero que me escriba un poema,
aun cuando no le guste los poemas,
quiero que me haga sorpresas,
que me lea las noticias,
y de vez improvisada me vuelva a besar mi maltrecho rostro.


Quiero que cuando informen que ya no respire,
tenga un ataque de histeria
y llore,
llore hasta que sus llantos también mueran conmigo,
quiero que no se vista de negro,
que use su ropaje a veces hippiento,
a veces superficial,
y lea el discurso de mi muerte,
de mi despedida,
quiero que tome el micrófono
y tras cada coma o punto aparte,
demuestre que alguna vez se emborrachó
con todo lo que por ella realicé.


Quiero que tras cada párrafo del discurso,
se detenga y mire el féretro desde donde yace mi silencio,
quiero que luego siga leyendo
y observe que todo un pueblo reducido
llora por mi partida,
quiero que vea a todas las musas de negro
que enterré para decirle,
con más certeza que nuca,
que siempre fue la mujer de mis sienes.


Quiero que después se mi funeral,
comparta un vino con mis padres,
y se embriague,
lea a solas mis escritos
y vuelva a su vida normal,
esperando que algún día podamos encontrarnos
para volver a escribirle 100 mil poemas más.



viernes, septiembre 26, 2008

26/ABRIL/2006



Apenas lograba terminar de contar unos votos
en aquella loca incursión de misionero político,
cuando mi hermana abrazaba con su llanto
el ruidoso aparato que me permitió desearle
un feliz cumpleaños,

apenas terminaba la tarde
y también comenzaba a levantar el brazo
mostrándole a la ampolleta
el balanceo dulce de un licor que ni recuerdo su marca,
exponía entre medio de los cigarrillos
toda la gracia de ser hombre de hombros erectos,
triunfante,
con toda una confianza raspándose sus rodillas
ante el brote sano de mi ego limpio,

también cenaba una sonrisa de una amiga que no era mi amiga,
tampoco mi enemiga,
sino que una clase empírica de lo que significa
transformarse en una hormiga
ante tal musa escultura,
dueña misma de cada brazo de la naturaleza,
y que me hace estar pendiente de todo lo que ella diga.

Ese día yo fui un hombre vivo,
porque me embriagué con el triunfo doble
que significa amanecer con el sol en la ventana
y la luna metida bajo mi sábana,
abrazándome la cabeza
y confesando su interés por descubrir
cada lugar de mi ropaje,
de mis sienes.

Su nombre tiene tantas flores
que mi cuerpo parece un féretro
en medio de un masivo funeral,

su aliento tiene tantos ángeles,
que apenas llevo tocándola
y los celos me quieren matar la noche.

Pero lo importante es que fui el individuo que el pasado jamás conoció,
porque dormí más de 7 horas seguidas,
porque duré tres días sobre una misma cama,
porque amanecí con una mano extranjera sobre mi rostro,
porque desperté mojando mis labios
en la posa carnal desde donde comienza la vida,
porque fue la vez en que supe
que mi Dios también existía.


domingo, septiembre 21, 2008

EL POEMA DE LOS BUENOS VOLADOS



Los ojos abiertos no impiden
que la cabeza sueñe el amor profundo
entre una hormiga al fondo de la casa,
y un gusano entrometido bajo la puerta,
huido hace media hora
también hacia donde lo espera la hormiga,
no impide que se dejen ver amándose de una forma tal
que la consumación sexual parece sólo un trámite
entre tantas caricias y versos al oído
que el gusano declama ante la mirada fija
de un hombre soñando
con las pupilas encendidas.

No hay vasos sobre la mesa,
tampoco botellas,
sólo un cenicero que recibe los escombros
de la medicina que permite pensar
que cada Dios es una casa,
y que sus cerebros son las ampolletas
que nos indican el camino lógico
en medio de la noche diablesca
que incita a tropezarnos
con nuestra propia torpeza de no poder ver
en plena oscuridad.

Más a la orilla, en tanto,
el mismo hombre asegura que la luna
comienza a toquetear coquetamente
a la ventana que, como buena mujer,
no hace más que estar quieta
ante tal excitante arremetida;

segundo después
claramente el sexo se vislumbra
entre la ventana y la luna,
todo en medio del humo
volando hacia el entretecho
que espera dormido.

Otro individuo recién comienza el sueño,
y afirma que su boca es un volcán
eructando los flatos del almuerzo
aún activos,
escribe que sus labios son el pico volcánico
en medio de una blanca cordillera
que sería las paredes pintadas hace tres semanas
del color de las nubes veraniegas.

Y en el baño,
un joven sentado llora por la indiferencia
que su propio estiércol hace al no responderle
el por qué es que tan sucio
y asqueroso.

En la pieza,
otro soñador que gusta la escritura,
toma lápiz y papel
y redacta el poema de los buenos volados,
diciendo que es el poema de los dioses
y de la planta que nos hace libres
frente a la desgracia que la realidad nos propone,
escribe que cada día somos unos seres vivos,
pero que esta noche,
con el humo disipado entre cada respiro,
somos más personas que nunca,
somos hombres,
vivos y ajenos a la exequias de lo rígido y legal,
somos los hombres dueños
del Poema de los Buenos Volados.

martes, septiembre 16, 2008

ESTA ESPECIE DE POEMA NO TIENE NOMBRE



Tengo la impresión de que este es un buen momento para escribir,
escribir lo que quiera escribir la escritura,
sin siquiera tener la necesidad de nombrar mi nombre,
para que nadie me nombre
aun cuando sepan que ya soy un hombre.

Tengo la impresión de que este es un buen momento para escribir,
escribir tanto como el número de mentiras que el Vaticano me dijo
cuando recién portaba la túnica ante el colgador de cruces,
o como cuando debajo de esa misma alba la pelvis jugaba a masturbarse
y saltar antes de que el viejito arrodillado frente a la virgen
diera vuelta su alma y descubriera el fogoso flirteo de la palma derecha
coqueteándole al miembro,
porque decir miembro suena mejor que llamarlo pene,
pico, callampa, quetejeidi, 4 letras, dedo sin uña,
pija, chocapic, longaniza viva,
suena mejor y más amable,
más lindo y hasta más tierno (para los sádicos, locos
y escritores),
así que hoy seré el semen de la léxica
y diré que de mis dedos están sucios
no por ser sucio,
sino que por falta de agua,
que no es lo mismo, pero es igual.

Tengo la impresión de que este es un buen momento para escribirle a la luna,
y aunque los poetas vanguardistas digan que la luna es cursi,
yo les digo que se vayan al mismísimo carajo,
que se pudran allí justo donde el diablo deposita sus fecas
y donde se fornica a los rebeldes santos
con rodillas raspadas de tanto haber mamado a un Dios que a veces existe,
y que se esconde ante la tragedia del pueblo
cuando el camino es de tierra y la casa de un podrido adobe,
y es que quizás el Dios de los católicos sea el dueño de una transnacional
con la sede principal en la bota europea,
desde donde maneja las inversiones en las sucursales ubicadas en el mundo entero,
incluso en donde las paredes de la gente son de un cartón a punto del llanto.

Tengo la impresión de que este es un buen momento para no titular este poema,
anti poema, prosa o la porquería que sea,
porque no es la cabeza ni el pecho quien escribe,
sino mis dedos,
sí, mis dedos,
que ahora les da por redactar su epitafio
diciendo que quién me llore en el día de mi final,
será invitado al asado que mi hija
hará en mi nombre.

Tengo la impresión de que me quiero poner romántico,
porque me pregunto si en cada paso de mi conciencia,
habrá un instante en que sea yo quien maneje mi lápiz
y poder parir una serie de letras que no hablen más de ella,
esa musa que me hace quinceañero al poner mi cabeza mirando el cielo,
cada vez que la fotografía me cuenta de su rostro.

Tengo la impresión de que es mejor que me calle,
para no ponerme a llorar escribiéndole a mi mujer
que poco tiempo fue mi mujer.

Tengo la impresión de que ya terminé mi escrito,
y de que no sé si es poema o alguna cosa.

Tengo la impresión que tampoco le he puedo nombre.

domingo, septiembre 14, 2008

¿DÓNDE ESTÁN LOS DINOSAURIOS?


"Los amigos del barrio pueden desaparecer,
los cantores de radio pueden desaparecer,
los que están en los diarios pueden desaparecer,
la persona que amas puede desaparecer.
Los que están en el aire pueden desaparecer en el aire,
los que están en la calle pueden desaparecer, en la calle,
los amigos del barrio pueden desaparecer,
pero los dinosaurios van a desaparecer.
.."


(Los Dinosaurios - Charly García)



¿Dónde están los Dinosaurios?
se preguntan en la tierra;

algunos dicen que duermen,
otros que fueron devorados por el miedo
a tener que sentarse a cancelar sus deudas,
algunos creen que hubo un meteoro de votos
el que terminó por convencerlos
de que era mejor guardar la cabeza
y esperar a que nadie habite el planeta
para volver a ser los súper gigantes,
los dueños del pasado.

¿Dónde están los Dinosaurios?,
ningún humano consciente lo sabe.

En la radio cuentan de que siguen vivos,
uno huyendo de la urbe,
otro corriendo entre la aduana
vestido de algún otro animal
para no ser cazado por la muchedumbre,
y así evitar que siga siendo parte de un mito,
aunque los supuestos son supuestos,
y los Dinosaurios no están.

¿Dónde están los Dinosaurios?
se preguntan en la tumba los pequeños cocodrilos,
aquellos mismo calcinados frente a sus cuevas
por creer que la libertad era de ellos,
y no de los dinosaurios,

¿Dónde están?,
cantan los artistas,
¿dónde es que quedaron sus infames huellas
teñidas del color político que tanto odiaron?,
¿dónde es que duermen libres los Dinosaurios?
¿dónde cantan sus sopranos cobardes
que ayudaron a maltratar la raza
cuando esta fue de ellos y solo de ellos?,
¿dónde es que caminan sus podridas almas?

¿Dónde comen los Dinosaurios?
¿Cómo viven sus sienes con la historia golpeándole
a cada segundo sus cabezas?

Sé que los Dinosaurios están vivos,
acurrucados en algún escondido búnker
muy lejos de Santiago,
ajenos a la plaza de septiembre
que celebra la junta de O´higgins,
ajenos a la sala de reuniones,
desde donde se convirtieron
en los feroces Dinosaurios.

¿Dónde están los Dinosaurios?


miércoles, septiembre 10, 2008

ANTES DE MORIR



Si en los últimos 2 minutos
he de morirme,
pido como último deseo
tener un lápiz y una hoja
y redactar mi último suspiro,
para que los mortales me lloren,
con más ganas,
el día en que todo se vistan de negros
y me brinden con sus llantos..

domingo, septiembre 07, 2008

LOS INTELECTUALES


El Intelectual es una alergia
que deprime o alegra a la sociedad,
trabaja junto a la luna,
duerme con las nubes
y dice que el mundo guarda una bomba
entre sus colmillos,
mientras su cocina es un infierno
por desconocer que el basurero es para la basura,
por ignorar que la tierra es para caminarla
y no para imaginarla,
por sacudir a los tecnócratas
y tacharlos de corruptos mercenarios,
lamebotas,
mientras desde su balcón
se escuchan los cantos de unas copas
tiradas sobre la alfombra,
sin poder levantar un solo soberano dedo,
el mismo que podría en un segundo
salvar del hambre a cualquier escuincle
botado en la esquina de su casa.


El Intelectual posee anteojos,
aun cuando el ojo esté perfecto.


El Intelectual tiene barba blanca cuando es viejo,
leyó Condorito y alguna vez fue exiliado,
de su país o de su vida,
pero fue exiliado;
se hizo amigo de Londres y de París,
cantó como las gafas de Lennon,
besó el teclado de Charly
y afinó la cuerdas de Silvio,
se enamoró del lenguaje,
de los labios,
de la cama pintando la silueta
de la mujer durmiendo con camisa de hombre y sin pantalones
a las 7 de la mañana,
se maquilló con el humo de la hierba
despreciada por el banquillo de la derecha,
y hoy asume su locura
porque el mundo no siempre gira al revés.


El Intelectual alguna vez escribió como yo,
pero en otro tiempos,
donde pensar distinto no era cosa del pueblo
y era razón suficiente para ser famoso.


El Intelectual tiene alas,
y sabe transitar sobre el agua,
pero duda pisar la tierra,
porque no sabe caminar como nosotros,
los humanos.


El Intelectual vive aislado,
con su manta de lana popular
y con su mente llorando la soledad
de no ser entendido.


Un Intelectual solo habla con otro Intelectual.

jueves, septiembre 04, 2008

LOS ANTIDIOSES



La hierbita a veces toca la batería,
juega con las cuerdas
y bebe junto a los pianos
la última gota de rock and roll
sobre el whisky derramado
en los pechos de las monjas,
pechos lamiendo muslos
en los camarines de los Antidioses,
que profesan la plegaria del polvito energizante,
que rezan a la tierra sus hijas verdes
capaces de besar el intelecto de los creadores,
genios de la verdad sobre el escenario,
genios de la noche sobre la cama movediza
que gritan promesas olvidadas a la mañana siguiente,
genios de cortos
gambeteando a los normales
para depositar en la vagina del estadio
el estallido del éxito,
el grito de un orgasmo compartido
por el aguante de los esclavos,
hijos y arquitectos del palacio interminable
de los Antidioses,
que ven cada día cómo el mundo
les regala vuestros fieles rezos
en la radio, en la tv, en lo diarios,
y en la calle.


Y mientras el humo golpea las calcetas,
otro Antidios se cae de la tarima
poniendo a prueba nuestra fe de pecadores,
recriminándonos por dejar un segundo de besar el templo
para darle de comer a nuestros hijos,
olvidando la homilía del sábado por la noche
que dice que hay que cantar hasta que duela,
que dice que hay que alentar hasta que duela.


Hay Antidioses que hacen goles con la mano,
otros se caen de los edificios
para comprobar si la tierra realmente es de tierra,
otros, en tanto,
se cortan las mangueras de sus cuerpos
para que toda la hinchada del codo sur
llore como si el tablón cordillerano
cayera sobre nuestras cabezas,
cabezas iluminadas del spiriri santi
de Roma y su techo de oro,
cabezas amasadas con las manos del todopoderoso
que nos dice de los genios
que habitan en alguna tonada pasmosa,
y a quienes debemos adorar
hasta que termine el concierto de nuestro mundo,
o hasta que muera el partido de nuestras vidas.


El Antidios es un intelectual,
porque sabe como morir,
pero desconoce de la vida,
no sabe cómo dormir.

jueves, agosto 28, 2008

EL POEMA DE LOS BUENOS BORRACHOS



“…La liturgia de las despedidas
la bala perdida que viene por mí,
la nostalgia que amarga la huida,
la banda sonora de lo que viví…”

(La Canción de los Buenos Borrachos – J. Sabina//F. Páez)


La saliva se amiga del cemento
mientras el alba
comienza a esconder las botellas perdidas,
también la lealtad prometida de los compadres,
que de madrugada cantan al amor
con la vista golpeando las paredes,
quebrando luces
de una esquina a otra,
y con la mujer acostada con sus dedos,
sola y matando a las moscas, rompiendo telarañas,
buscando taparse la nariz
para cuando la bestia de las gotas fuertes
llegue a disfrutar de sus estrellas
que hace horas yacen muertas
al otro lado de la ventana.


La almohada se engemela con el asfalto,
y la marquesa, que huele a alquitrán,
saluda a los santos que entran a escuchar las campanas,
en el último día de la semana,
para empinarse medio litro de vino
y gritar que el amor existe
en cada rincón de esa casa puntiaguda,
muy ajena al palacio de los pianos
pasados de copas,
donde humanos tambaleantes o aturdidos
cantan el poema de los milagros,
donde leen la ceremonia de los llantos,
también de la huida,
o escuchan el rompecabezas del presumido,
o el de las mentiras,
o el de las verdades,
o el del silencio y el olvido,
o el del recuerdo,
o el del recuerdo podrido,
o el del recuerdo prohibido,
o el del recuerdo sangriento, vivo y perdido,
o el del recuerdo en el olvido,
o el del olvido muerto con el salud de los cantores,
o de la pelea macha entre gorriones distraídos
por la tentación de volver a morir en el ataúd de medio litro
que abre las piernas como monja
para seguir orgasmeando hasta que las monedas ya no existan.


Este es el poema de los buenos hombres,
es el poema de las despedidas,
es el poema de los aburridos con la vida,


este es el culto de mis hermanos,
que olvidan el frío
y se follan a la pobreza,
también a la tristeza,
empinando su vida
en cada sorbo de los respiros,
en cada choque con las veredas inquietas,
con los árboles caminando frente a sus brebajes,
desesperados por hacerles zancadillas
y humillarlos sobre los adoquines,


este es el poema de los valientes,
que no escatiman en maltratar sus cuerpos
por portar otra media hora de sed
en la gangrena de la noche,


es el poema de los gentiles,
que sueltan hasta lo que no tienen
para salvarle el mundo a cualquiera de los cristianos
que ose a pedirle un poco de cariño,


es el poema de los hombres
que no asquean en besar o cerrar los ojos
en cualquier asfalto,
si eso significa seguir teniendo familia,


este es el poema de los buenos borrachos,
esos que me alaban por hablar bonito,
y esos que me matan al día siguiente,
por todo lo que he escrito.


lunes, agosto 25, 2008

LECTURA CLANDESTINA



Soy ajeno a la simpleza,
porque amo tanto a la vida como a la muerte,
amo la riqueza y a la tristeza,
amo quemar mi cerebro
con nebulosas de reyes magos que no existen,
amo a una mujer que no me ama,
y amo escribirle papeles
aun sabiendo que irán a morir
como implemento de servicio higiénico,
o como combustión desesperada
comiéndose todas estas letras,


amo el cambalache de tu vientre,
amo todo el volcán de tus sienes,
amo el ajuste de tus lentes,
amo y gusto verte caminar con tu calzas negras,
aunque prefiero ver cómo te las sacas,


amo que me odies en el día,
y que me quieras en la noche,
amo saber que me lees clandestina,
que me cambies los planes
y me dejes mojando la tierra como niño extraviado,
amo llorarte,
amo saber que tu cabeza tiene preconceptos y mala disposiciones,
amo saber que es eso lo que me quita la felicidad,


amo saber que soy joven,
porque los días de vida son largos
y así podré seguir rezando hasta la eternidad
cada esquina de tu imagen.


Y sucede que hoy lloré tanto que la sequedad de mi cuerpo
dominó lenguaje,
lloré porque me quedé solo recitando la soledad,
porque mientras jurabas tomar mis pecho de improviso
esos putos amigos llegaron a rescatarte
de mi estupidez conscientizada,
y que te hicieron dejarme sordo y calcinado,
bebiendo este último verso
en el clímax de la noche
gritándome que es hora de morir,
al menos por unas horas,
para mañana saber decirte que amo también sufrir,
porque así puedo recordarte más seguido.


El adorno de mi ángel lleva tu nombre,
y aún lo sabes,
porque no sabes leer de noche.