martes, febrero 05, 2008

DEL LUNAR EN LA ENTREPIERNA


Ocurre que ni siquiera sé tu nombre,
que desconozco si será el óxido de mi carne
lo que me hace verte sucio y clandestino,
porque mientras la cinta corre sobre tu mano
yo finjo ser un aventurero laburador
para seguirte y decirte que también existo,
y así eyacularme los ojos con el detalle incólume
sumergido en la entrepierna de tu rostro,
mientras jugamos a ver la tv alturando la farsa
que me permita, por otro minuto más,
mirarte hasta que se cansen las horas,
y poder sonreír hasta el próximo verano
que al otro día me espera.


Y es que juro por las ganas que tengo de seguir escribiendo,
que ni siquiera sé si todo lo que digo
tiene sangre asegurada en el concierto de mis años,
tampoco sé si alguien más toca la guitarra
repitiendo estos versos,
mas solo me convenzo que ese rudo planeta escondido
al costado de tu mejilla
me dice desesperado que este es un buen momento para escribir,
escribir hasta quedarme sin una gota
de saliva entre mis dedos,
y fornicarme al mundo
para pedirle que no mate a los meses
por un papel de contrato que nos dice con alevosía
que habrá que esperar hasta que la suerte
deje la envidia
para volver a encontrarnos
aún sin saber las iniciales de nuestros nombres.


Y mientras una masa inerte yace atenta
a lo que cuentan sus planas pantallas,
más un bello y estucado rostro que mira fijamente a todo el país
contando de las noticias más importantes,
tu sonríes compinche de mi voyerismo al otro lado de la sala
donde insultamos a nuestros jefes,
donde vilipendiamos los turnos para lograr,
en una de mil veces,
congeniar el mismo taxi para tener la excusa idónea
de pasar una noche juntos,
aun cuando tenga que sacarme el anillo
de esa otra mujer que pocos saben,
aun cuando tenga que cerrar las maletas
donde duermen todas las hojas que he gastado en ella;
todo para ver caminando sobre mis labios
tu lunar de la entrepierna que porta la mejilla
que cada mañana me ofreces
para decirme aquel esperado buenos días.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Julio, no sabes cuánto me hacía falta leer tus escritos,de veras que me inspiro y quedo tranquila cundo llego a tí, mediante este espacio.

Me gusta que sigas vivo, en el sentido de la poesía,pese a lo mucho que trabajas.

Lo que es yo, quería leer algo "romántico", sucio, morbo y lleno de sentimientos que me hacen viajar y es aquí donde encuentro esa mezcla...

Ahora más tranquila me voy de este mundo cibernético y manipulador.

Muchos abrazos y éxito por allá.

Eres grande y lo sabes.

Cariños, MaCaRi.