miércoles, febrero 17, 2010

TRÁGICO EN RECREO




Morena dónde estás,
que los giros son más agitados
y veo más cercana
la posibilidad de quedarme allí en el muelle
alojando a mi cuerpo y a los siete litros de vodka
que me tienen pensándote
desde que me dispuse a abrir esa botella.


Dime que también escuchas
el oleaje excitado conjugando sus gemidos
con algún tema de Charly García sonando a lo lejos,
y que no soy yo quien quiere sentarse a escribir para siempre,
las historias que conforman estos versos
que comienzo a detestar,


dime que no se trata de una roca

la mujer que permanece sentada a un par de metros,
viéndome tragar la noche
en sorbos desesperados y alejados
de donde mis otros compañeros
se empinan, al lado de la fogata,
esa hierba humeante que los hace felices,


dime que no es Sabina

el que canta al otro costado del océano,
y que no son mis amigos
los que le roban el silencio
al puerto inspirado
y emocionado,


dime que no es verdad

el trágico final de mi botella,
dime que no soy yo
ni aquella mi agonía
las que besan los litros de sal
que comienzan a subir por entre los fierros
y que no son ellos,
los hombres de blanco,
los que toman mi cuerpo hacia el carrito
que me tendrá hasta que se vistan luego
todos de negro,
y se recuerden de lo mucho que me quisieron.


Dime que no es verdad,

que sigo sin saber si estoy vivo o estoy muerto,
si estoy ahogado o enterrado,
o si es esto un poema o un epitafio,


dime si te llamas Morena o Argelina,

si eres la Pamela o la Masiel,
dime si fuiste tú
o los hombres con balizas,
o los rostros lloriqueados de mis amigos
o el mar de perfecta garganta,
o si fue la noche y su lugubridad,
dime si quizás fue esa botella,
lo que me obligó a terminar este texto
sentado en una nube
mirando cómo ustedes están velando mi cuerpo.

1 comentario:

Cristina dijo...

Julio, eres demasiado genial!, te admiro de verdad.