domingo, diciembre 12, 2010

NATURAL


Natural, canta una ciudad,
y yo esta vez no tengo prisa,
me revuelco como niño
al costado del mundo,
juego con mi piernas,
y miro la tierra
ensuciando el brillo negro de mi zapatos,

Poco me importan las mini faldas en la vereda,
poco me importa polvorear esta camisa blanca,

con ganas dejo pasar a la rubias
y a las putas,
me olvido de los corbatines ruidosos
que comparten sus bocinas
cada vez que una luz roja
les pone el freno a sus ruedas,

yo me alejo de la calle,
pero no desaparezco,
aunque para ellos no existo,

por eso y si les interesa
les ofrezco mi tiempo
y mi saludo,
los llamo a bajarse de esas marionetas contaminantes,
sáquense los lentes,
nazcan otra vez,
que el silencio no es de los mudos,
sino de los cobardes,

canten sus propias canciones
mientras yo me quedo entre las piernas de este parque,
haciendo amores urgentes
de espaldas y poco discreto,
mirando el cielo,
escribiendo recetas de vida.

Y recién ahora reflexiono
sobre la ciudad y su infarto,
sobre los hombres y sus guerras,
sobre el poeta y sus noches perdidas,
sobre el cantante y su locura,
sobre el presidente y sus delitos,
sobre la gente y su apetito,


reflexiono para que los demás reflexionen,
me quedo en el parque,
para que los demás dejen sus edificios,
tal vez sus oficinas,
me fornico al pasto y a todos estos árboles,
para que los zapatos, quizás los tacones, se bajen del automóvil,
y se enamoren de sus hermanos,
en medio de toda esta libertad.


Yo cambié mi carpeta por un abrazo,
que los demás cambien sus ternos
por más tiempo para vivir.


Y si se convencen, aquí los espero,

que este parque conoce de infinitos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

BONITO POEMA!!!
TE ADMIRO...
JESSICA (TU AMIGA ANIMALISTA)