viernes, octubre 31, 2008

ELLA


Esa, esa es la desdicha con senos.
Allí va, cruzando el soborno
que la dejó frente a su propia imagen,
sucia y distante,
ajena al pasado que la hizo ser,
ante todas las lenguas,
la hija santa del amor.


Esa, esa es la dueña de mi sombra,
que me dejó sin pudor en medio de serpientes
cargadas de imanes hacia la tierra.
Paren, paren!, párenla de una vez!,
detengan todos sus llantos,
díganle que mi cuerpo está casi muerto,
que mis pieles yacen podridas
en la piedra donde el sol nos vio jurar
ante una sucia almohada,
todo lo que después
nauseó sobre mi propio cuerpo
cuando me dijo
que todo mi rostro
era una lacra derramada sobre el piso.


Será por eso que quiero verla sobre una tumba,
porque tuvo el descaro de robarse los diamantes
de mi cabeza,
y luego exprimirme las sienes
desde donde me transformé en un pequeño Dios,
sólo para sus ojos,
sólo para nuestras auras
jugando a ser fieles
en un pozo podrido de falacias
sobre los labios.


Les digo entonces mis lectores,
que fue Ella quien desató toda la ironía de mi vida,
quien me dijo que también soy un hombre
de carne y hueso,
vulnerable ante la mafia de su cabeza,
que no quiere más que verme rezando en el infierno.


A Ella yo le mi di vida y mi muerte,
también mi arte y mi intelecto,
le di mi cuerpo y todos los ángeles
necesarios para que sus días fuesen
la razón necesaria para sonreír
junto a todos los dioses
que en cada trono osaron esperarla.


Y hoy creo que ella me ha matado,
y no habrá sentencia digna
que permita transformarme nuevamente
en un hombre bueno y afable
frente a las féminas que ya comienzan
a producirme el asco que con ella nunca tuve,
que nunca tuve porque supe
que los tipos como yo
nacimos para ayudar
a quien precisamente no sabe que necesita ayuda.


A Ella debiese odiarla,
y sin embargo no logro,
ni en un segundo,
abandonarla en todas estas letras.



La muerte me esperará sentada en unos años,
y yo moriré esperando que alguna vez
la felicidad nos junte como amantes.


Paren, párenla!!
allí va la mujer que amaré toda mi vida.


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