sábado, noviembre 03, 2007

LA ERA

Poema


La Era yace vomitada en los parlantes a lo lejos,
aparece con su mano sobando nuestras cabezas,
nos mira y bota llantos de un hombre que murió
con su gorra perdida en los primeros días de octubre,
enredado entre ramas y fusiles revolucionarios.


Así suena La Era,
golpeando las paredes ignorantes de sus letras,
haciéndonos creer la historia de una época
tejida de amores y más amores,
cruzadas con tragedia propia de nuestros versos
de historia demracada.


Pero La Era que escuchamos es distinta,
esta Era tiene forma de aura
y de burbuja,
donde yacen dos caras en un museo
de artilugios románticos y anormales.


Y no quiero que hoy me digas
que te han robado los recuerdos,
pues tú sabes cuál es La Era de la que hablo,
nuestra Era vestida abrazos,
nuestra Era cubierta de una solitaria sobremesa
junto cigarrillos encendidos y tazones a medio llenar,
nuestra Era con forma de noche como centro de acogida
de dos cuerpos mirando el inconciente,
nuestra Era disfraza de cuerdas,
más una voz cubana moviendo la boca,
hablo de nuestra Era,
la que despierta mi recuerdo en tu distancia,
y la que supo drogarnos cada noche,
haciéndonos saber de conceptos raros,
de un peculiar festejo que hasta estos días
sigue escrito en las hojas de mis sienes.


Hoy escucho al presente entonando melodías,
portando el lápiz que me hace ser parte
de alguna mundana estrofa,
mientras sigo tallando,
en alguna parte de mi cuerpo,
los poemas que me hacen contener la espera,
cuando en los parlantes y sin cansancio
continua Silvio cantándonos La Era.


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