miércoles, mayo 21, 2008

SE ME SECÓ EL CUERPO


El tema es que ya se me secó el cerebro,
también el aluvión que tuve en los ojos,
se me desaguaron las neuronas,
además de la hormonas,
se me acabaron las ampolletas dentro de mi cráneo,
las que me hacían visualizar,
siquiera brevemente,
por dónde era que había de caminar
para no tener que llegar solo
donde a todos nos espera la muerte.


Sucede también que perdí el abanico de tu vientre,
perdí la fuerza de mis dedos
que me hicieron escribir hasta la locura más loca,
eyaculada entre 86 hojas que allí poco tienen para acabar,
sucede que sigo llorando por no saber dónde ubicarme
para tener que ser feliz,
llevando entre mis palmas nada más que el suave roce
de tu cintura inmaculada,
que me tienta de vez en cuando a seguir vivo.


Confieso ahora que también se me va secando el cuerpo,
por saber que ya muerto tengo mi cerebro,
y por saber además que tu cerebro a mi me tiene casi muerto.

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